5 formas curiosas en que tu cerebro puede engañarte

¿Sabías que tu cerebro suele engañarte? No, no lo hace a propósito, en absoluto. Son pequeños errores de información que se suceden cuando recibe una sobreestimulación, o cuando no es capaz de procesar todos y cada uno de los efectos que suceden a su alrededor. Nuestro sistema nervioso es una sofisticada maquinaria guiada por un ordenador de gran capacidad, pero en ocasiones, lejos de ser perfecto, tiene unos pequeñísimos pero curiosos fallos de sistema.

1. Gusanos del oído

¿Cómo, gusanos del oído? No, no te preocupes, no tenemos absolutamente ningún bichito en la cabeza. Pero estamos seguros de que algo de esto te ha sucedido alguna vez: te sabes una estrofa de una canción, por ejemplo, pero eres incapaz de recordar el resto por mucho que lo intentes, además, no te la puedes quitar de la cabeza.Te quedas con esta sensación durante todo el día, exasperado. ¿Cómo continuaba esa canción, por qué no puedo recordar el resto?

Los científicos llaman a este fenómeno un “gusano del oído”. ¿Y por qué ocurre?  La explicación que nos dan básicamente consiste es que nuestro cerebro se queda atascado en un bucle (como una especie de bucle espacio-tiempo). Y lo más curioso es que nuestro cerebro es algo masoquista, y siempre tiende a volver a los pensamientos y recuerdos inacabados, atascándonos aún más. ¿Un  consejo para superarlo? Centrarnos durante un rato en otra actividad cognitiva algo compleja, como hacer un sudoku por ejemplo.

2. Saciedad semántica

Cuando éramos pequeños solíamos hacer esto en numerosas ocasiones. A saber: repetir de forma continua una palabra hasta que acabamos pronunciando otra distinta. Por ejemplo, si empezamos a repetir muchas veces “chocolate” acabaremos diciendo algo como “copate” o “plate”. Pero aún hay más. Los científicos nos dicen que además, olvidamos el significado de la propia palabra en sí durante un instante, es lo que llamamos “saciedad semántica”. El cerebro, simplemente, se colapsa con la repetición de este término.

3. Dolor simpático

Estamos cortando las verduras para la cena y de pronto, un amigo nuestro,  pasa muy cerca su cuchillo de su dedo índice, pero sin llegar a cortarse. Ves a tu gato pasar por la puerta del comedor, y sin saber cómo, un golpe de viento cierra la puerta y a punto está de aplastarle el rabo. ¿Qué es lo que sentimos? Una especie de dolor repentino, no ha pasado nada, pero durante unos segundos sentimos un vacío en el estómago y una sensación de dolor. Es lo que en psicología se llama dolor simpático. ¿Y por qué se produce? lo experimentamos por las llamadas células espejo, unas estructuras que nos permiten sentir la empatía, esa emoción que nos identifica con el dolor y los sentimientos ajenos. Una facultad positiva, a la vez que intensa, sin duda.

4. El efecto GPS

“¿Por dónde se va a ese restaurante tan bueno y económico que fuimos el sábado? ¿Qué tal si ponemos el GPS en el móvil y que nos guíe?” En efecto. Es algo que hacemos todos últimamente, aunque sea para encontrar la calle en la que vive nuestro amigo, incluso para encontrar el coche que hemos aparcado en el centro comercial. Los móviles y sus aplicaciones nos intentan hacer la vida más fácil. Pero ¿cuál es el resultado? Que cada vez nos esforzamos menos, dejamos de desarrollar nuestra capacidad de orientación espacial, y esto, a largo plazo es muy negativo para nuestro cerebro y su salud. Esto provoca que en ocasiones se nos olvide llegar a sitios que solemos ir con frecuencia.

5. La embriaguez del sueño

Cuando estamos muchos días sin dormir nos sentimos agotados, sin energía, nuestras facultades empiezan a fallar. Todos lo sabemos. Pero ¿Qué ocurre cuando hacemos lo contrario, es decir, dormir demasiado? Hemos de tener claro que la necesidad biológica de dormir tiene como finalidad proporcionar descanso a nuestro cuerpo para que reponga energías. Si nos excedemos, si le ofrecemos tantas horas de letargo, conseguimos lo contrario: una especie de intoxicación del sueño, que nos hará despertarnos con algunos efectos secundarios, tales como cansancio, mareos, lentitud de movimientos…una especie de embriaguez. Realmente curioso ¿verdad?

 

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